Heme aquí atrapado
en este cuerpo que colapsa,
de nuevo dentro,
voy de ti hacia ti.
Tú
constelación errante,
engendro inviolable,
árido de tanto mar de azotes y delirio,
me golpeas, gimes y voy.
Ana Cecilia, gracias por llegar y poner de cabeza mi mundo. Por darme luz, paz y amor. Por hacerme perder la noción del tiempo entre tus ojos y la cordura entre tus labios.
Eres más de lo podia esperar.
Eres más de lo podia esperar.