Tu cuerpo es mi punto de partida
y de llegada,
es la frontera que delimita mi libertad,
el puerto en el que me anclo,
y a pesar de que esta vida nos separa,
entre tu cuerpo y el mio no hay distancias largas.
Ana Cecilia, gracias por llegar y poner de cabeza mi mundo. Por darme luz, paz y amor. Por hacerme perder la noción del tiempo entre tus ojos y la cordura entre tus labios.

Eres más de lo podia esperar.