1)
"Mientras avanzaban lentamente adentrándose a esa selva de lujuria, brillantes letreros de neón les ofrecían las más sucias invitaciones que aquella pequeña Gomorra pudiera proporcionar. Maniquís de carne desfilaban exhibiéndose con diminutas y llamativas prendas repartiendo insinuaciones obscenas a los transeúntes, prometiendo el paraíso con sus caricias promiscuas, conformando un repugnante mercado de enfermedades venéreas, un catalogo tan variopinto que incluía desde veteranas de muslos flácidos y piel reseca hasta jóvenes de piel firme impregnada en colonia barata..."

2) 
"Después de eso le resulto imposible dormir, cerraba los ojos y no lograba evitar imaginarse al nematodo evolucionado en una aterradora bestia representada por la figura de un ciempiés, aunque estaba consciente de que este último pertenecía a la familia de los artrópodos. Podía concebir al intruso escavando entre su cerebro, chillando, abriéndose paso con sus diminutas mandíbulas, descarnándolo con sus forcípulas que actuaban como piezas bucales adicionales, las mismas donde aloja el veneno que seguramente pronto le inyectaría provocándole una parálisis facial o una apoplejía. El temor hizo que su parpado inferior derecho empezara a temblar. Se levanto bruscamente de la cama nervioso y empapado. Estaba decidido. Mañana a primero hora iría a consultar al médico..."

3)
"Por el organismo del grupo habían desfilado hachís, cannabis, cocaína, LSD, éxtasis, morfina, heroína, peyote, metanfetaminas,  monguis, poppers, barbitúricos y demás. Habían inhalado, fumado, inyectado y digerido cualquier cosa a su alcance que alterara su percepción de la realidad. Siempre que una droga nueva llegaba al mercado ellos eran los pioneros en experimentar y  forrarse de billetes con la primicia. Lamentablemente los buenos tiempos nunca duran. Los compradores se estaban inclinando últimamente por las drogas legales, sedantes, tranquilizantes y cualquier tipo de narcótico que no les costara trabajo conseguir.  Los botiquines familiares  empezaron a verse vacios, había gran ausencia de Xanax, Valium, Oxycontin o Vicodina que se trasladaron a las fiestas juveniles en las que reinaban convertidos en majestuosos cocteles molotov..."

4)
"La mejor forma de ingresarla al sistema era disolver la pastilla en agua, primero había que lavarla cuidadosamente, después se secaba con un trapo y se machaba con cuchara hasta obtener un polvo lo más fino posible,  entonces se añadía el agua y se revolvía hasta obtener un liquido blanco y turbio, finalmente la solución resultante era filtrada con papel de fumar para eliminar las partículas. Pero esto no lo sabía Jeremías. Al inyectarse, minúsculas fracciones de pastilla no disuelta ingresaron a su sistema viajando velozmente por su sangre y en algún punto decidieron rebelarse obstruyendo sus venas causando un coágulo. El peor error fue ignorar la inflamación de su articulación e inyectarse el otro brazo, en esta ocasión agarro una arteria, el daño fue casi instantáneo, su brazo se enfrió y se torno morado..."

Escrito por Edgar Arenas Gómez / 2011
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Gracias.
Ana Cecilia, gracias por llegar y poner de cabeza mi mundo. Por darme luz, paz y amor. Por hacerme perder la noción del tiempo entre tus ojos y la cordura entre tus labios.

Eres más de lo podia esperar.