Aspiro
tu respiración que me ahoga,
Inhalas
mi exhalación que te asfixia.
Respiramos los dos
a un mismo ciclo,
transparente;
que empaña
y que sofoca.

Ana Cecilia, gracias por llegar y poner de cabeza mi mundo. Por darme luz, paz y amor. Por hacerme perder la noción del tiempo entre tus ojos y la cordura entre tus labios.

Eres más de lo podia esperar.